Puebla enamora en cada una de sus calles. Está llena de historia y pasadizos bohemios. Me perdí entre sus esquinas e iglesias y me encontré con un tesoro cultural gigante. La ciudad tiene una gran promoción turística centrada alrededor de sus artesanías y comida. De la gastronomía les hablaré más adelante porque se merece su propio post. Hoy les quiero contar sobre su gran oferta cultural, que empieza por la increíble Biblioteca Palafoxiana. Si bien no pudimos exportarla a fondo, la cantidad de obras que hay te dejarán con la boca abierta. Un verdadero lector debe dedicarse toda una tarde a exporarla .
El atractivo cultural del viaje se lo llevó el Callejón de los Sapos donde, además de ver muebles y antiguedades, me compré una hermosa mochila negra. Mi compañera de aventuras en México, la use tanto que se dañaron los cierres y tuve que echarla con dolor a la basura. La foto que ven arriba es de una de esas esquinas llenas de música. El hombre de la imagen tocaba una sinfonía preciosa que me enamoró. Me gustaría decirles que compré más cosas o me adentre en la zona centro, pero la verdad solo tuve un día que hice de apuros. Eso sí, me la pasé comiendo. Mi recomendación: pasense por la Calle de los Dulces y deleitense con la dulcería poblana, les faltará lengua para todo ese placer ✨
Commentaires