Caminar por las calles de Filadelfia es encontrarse con una vista increíble y, sobre todo, imponente. Sus edificios incluyen una distinta gama de estilos, desde arquitectura gregoriana hasta rascacielos demasiado modernos para ser verdad. El más famoso de todos es el One Liberty Place, construido en 1987, que es insignia de Filadelfia. Aunque en 2007, fue superado por el Centro Comcast, que hizo que la ciudad fuera una de las cuatro en Estados Unidos con dos o más edificios de más de 270 metros de altura.
Su ayuntamiento es un espectáculo para los ojos y parece salido de un libro de historia. Un dato interesantes es que durante el XIX, la explotación de carbón situó a Filadelfia en la cumbre del desarrollo industrial y es por eso que la ciudad mantiene hoy en día su estatus comercial. Caminando por sus calles es obvio que estás en una metrópolis obrera, las fábricas dominan el centro, mientras contrastan con los rascacielos hermosos. Si bien, muchas de las fábricas ya cerraron, la utilización de estas como recintos comerciales dejan ver el pasado de la ciudad.
Mi recomendación: darse una vuelta por el área del Distrito Central de Negocios, tomar foto de la arquitectura urbana y luego regresar al centro, para deleitarse con los imponentes palacios. Me hubiera gustado poder subir a uno de los rascacielos, pero no pude. Caminar es la mejor opción para poder conocer buena parte de la ciudad y poder darte cuenta porque Filadelfia sigue siendo un centro de toma de decisiones financieras en el noreste de Estados Unidos ✨
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