La de hoy es una entrada corta, sin datos precisos o recomendados, solo les vengo a contar sobre uno de los mejores atardeceres de mi vida. Atlantic City se convirtió en ese lugar de fin de semana, que queda cerca y ya conocemos, pero que es como una bocanada de aire. Esa tarde solo queríamos comer empanadas, del único negocio colombiano que hemos encontrado cerca, y ver el mar.
Cuando llegamos a la playa pensamos en ver ese hermoso sol cayendo y fue un momento mágico. Pusimos Ed Sheeran de fondo y fue aún más increíble el momento. Si se sienten atrapados en esta cuarentena les recomiendo mirar el atardecer, porque nos recuerda que siempre hay un final, seguido de otro comienzo.
Saldremos de esta, correremos por las calles y nos abrazaremos. Estoy segura que volveré a tener otra tarde enfrente de ese océano, con las personas maravillosas que Dios puso en mi camino ✨
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